De esta manera Huracan sigue siendo el escolta del campeonato con 22 pts.
De esta manera se mantiene en la punta del campeonato con 26 pts.
Para iniciar la historia de esta prestigiosa institución es necesario remontarse a los orígenes del fútbol saladillense.
Corría el año 1901. Llega a Saladillo don Manuel Ibañez Frocham, uruguayo, del departamento Durazno. Demostraría a través del tiempo su capacidad para prodigarse en las distintas disciplinas. Es el quien inicia a nuestros jóvenes en la práctica de un nuevo deporte: el fútbol. Jugado en Buenos Aires desde el año 1840 por los merineros ingleses en los terrenos del puerto adquiere vital importancia a partir de 1891 cuando se funda la Liga de Fútbol integrada por equipos de colegios británicos y empleados ferroviarios cuyas empresas eran de capital inglés. Ibañez Frocham que había llegado a Buenos Aires en 1887, fue sin dudas testigo de ese deporte practicado por "los gringos" muy especialmente en el puerto de Montevideo. Una vez afincado en nuestro pueblo se impone la tarea de realizar el primer partido de fútbol reglamentario.
Para ello se funda el primer club el 17 de julio de 1904. Se lo llamó Club Atlético Saladillo. Resultó elegido como presidente don Lucas Mañana, el día 24 del mes y año mencionado Saladillo estaba convulsionado por lo que iba a ocurrir en esa fría tarde y que marcaría un hito en nuestra historia deportiva. El primer partido de fútbol en la Plaza Falucho. A la hora señalada muchos curiosos, unos a pie, otros de a caballo convergían hacia la plaza que estaba arbolada con paraísos a las 15,30, en medio de las marchas que ejecutaba la banda municipal y ante una nutrida concurrencia aparecen en la cancha los dos equipos, azules y colorados. Los azules ingresan con Manuel F. Viola-Horacio Emparanza y Manuel Lafont - Adolfo Fabregas Sotelo - Pedro L. Díaz y Manuel Farias - Orlando Sanguinetti - José Lalanne - J. Esteban - G. Darmarian y Fernando Etchegoyen. La escuadra de los rojos estaba integrada por Vicente Conejero - Manuel Ibañez Frocham y Pedro Rivera - José M. Calvo - Dionisio Pereyra y F. Sanchez, la delantera la formaban T. Adolfo Peñalver - Ambrosio Carrique - Francisco B. Bonaccio - Lucas Mañana y V. Callegari. Como juez actuó Lucas Mañana, padre, y los líneas eran Esteban Tissone y Rafael Serrano. Se impusieron los azules por 1 a 0. A partir de ese momento histórico el intendente municipal Dr. Francisco Emparanza cede al Club Atlético la Plaza Falucho para la práctica del deporte. De inmediato comienzan a surgir nuevos clubes como Campesinos, Alumni, Porteño, Empleados de Comercio, etc.
En terrenos ferroviarios, en baldíos o en el "4 de febrero" se practica el fútbol. Nacían los primeros "cracks". En aquel tiempo no había técnicos. El técnico era un orientador que jugaba en el equipo, para dar aliento y ánimo a los muchachos. Era el jugador inteligente que dentro de la cancha corregía su función o la de sus compañeros. Antes de 1925 la formación clásica era un arquero, dos defensores, tres medios y cinco volantes, el centro medio se volcaba más al ataque que a la defensa mientras que los medios laterales hacían lo contrario. Cualquier equipo de aquellos tiempos se componía de seis atacantes y cuatro defensores. Una evidente desproporción numérica que la regla del off side se encargó de balancear. En los primeros pininos de nuestro fútbol el periodismo le dedicaba muy poco espacio. Era, según algunos, una moda pasajera.
En los distintos equipos los mejores exponentes son Massa, los Acosta, Iparraguirre, Claramunt, Cabrera, Busse, Zubelet, etc.
En el año 1919 la estrella del Club Atlético languidecía. Un grupo de entusiastas futbolistas locales como los Viola, Soria, Rosales, junto a los Acosta intentan la formación de un nuevo club de fútbol. Eduardo Viola de solo 15 años es quien más trabaja para ello. Se forma un equipo para enfrentar a Roque Perez que estaba integrado por Manuel Ocampo - Raúl Massa y Francisco Cabrera - Enrique Molfino - Onorio Acosta y Victervo Rosales - Antonio Maidana - Isidro Aispuro - Argentino Pedro Soria - Antonio Molfino y Eduardo Viola. Al club lo habían bautizado "Huracán" y lo habían fundado Eduardo (Toto) Viola y sus muchachos. Afirmado en el terreno futbolístico en el año 1920 se designa como presidente de la flamante institución a don Floro Fanuchi. Para llegar a esto fueron numerosas las reuniones en casa de los Acosta, Endolz, Soria, Zubelet y María Luis Molinuevo de Ricart.
En el año 1923 ya afirmado como institución Huracán tenía este equipo: G. Acosta, J. Freire y Justo Idoeta, R. Massa, Rivero y Acosta - Maidana, Elizalde, Navarro, Viola y Benitez. Para ese tiempo van quedando en el camino de la historia deportiva como Comercio, mientras se afianza la popularidad de Huracán.
Al terminar el año 1925 llegan a Saladillo dos hombres que con su estilo de juego llegaron a modificar la estructura del equipo. Eran Liberatore y Varela. Con ellos comienza la época de oro de Huracán. Hasta la llegada de los mencionados el fútbol era un pasatiempo, deporte de gustadores, explosión de habilidades.
Liberatore estaba dotado de pique, dribbling, sabiduria, ingenio y un cabezazo imparable. Varela era el remate final con destino de gol.
En 1926, Huracán salía a la cancha con Molteni - Justo Idoeta y Francisco Cabrera - Díaz, Polliet y Carlos Gomez - Maidana, Liberatore, Varela, Benitez y Viola.
El 21 de agosto de 1927 Huracán va de visita a Ernestina. En medio de un partido intensamente disputado cae muerto, víctima de un ataque cardíaco el joven saladillense Antonio Maidana. El regreso triunfal se convirtió en un profundo dolor que compartió todo un pueblo. Don Horacio Emparanza apuntaba al club y pese a la rivalidad con Jacobo Urso ambos confraternizaban entre si. Justo Idoeta, jugador excepcional, poeta, actor de teatro y periodista era el nexo que los unía. En 1930 el equipo tenia la siguiente formación: Garín - Sanchez y Gómez Díaz, Alonso y Escobar - Viola, Lajante, Liberatore, Poggi y Bocon.
Para 1933 Huracán para deleite de sus parciales tenía esta delantera: Esperatti, Jacinto Liberatore, Varela, Jorge Mendoza y Bonifacio Acosta. En 1935 se consagra campeón con esta escuadra Alfredo Viola - Bazzano y Errasti - Sanchez - Poggi - y Sanchez - Miramont - Américo Bazzano, Bozzano, Ratón Viola y Atilio Villanueva.
Se destacan como continuos seguidores de Huracan al Negro Aranda, Ercilio Azcarate, José Vacco, la familia Molinuevo, los Iocco, Ismael Borras, Deffeis, etc.
Llega el año 1941 y el plantel huracanense se ve integrado con nuevas figuras y estaba integrado por Beto Sampietro, Deffeiss y Carlos Deschamps. Debiasi - Poggi y Poggi - Américo Bazzano, el pibre Miramont, Tagliani - Ramos y Santiago Salas o este otro: Morena - Bazzano y Poggi - Borro, Datri y Debiasi - Mango - Perez - Rodriguez - Poggi y Salas.
Para ese tiempo la institución carecía de casa propia. Los bailes se hacian en los del Teatro Español o en el Aero Club, en Avda. Belgrano. Otro equipo que descolló por aquel tiempo fue el integrado por Viñas - Poggi y Deschamps - Pérez, Poggi y Debiassi - Gilli - Ceballos - Dumas - Américo Bazzano y Santiago Salas.
En 1944, en un paso trascendente Huracán compra a la familia Botter en $ 12.500 una amplia casona en Avda. Rivadavia. Se entregan $ 9.000 al contado, pero las obras, con pista al aire libre recién se inician en 1949. Demandaban 500.000 pesos y solo había 500 pesos. El ingenio de los dirigentes organizando rifas, bailes y kermeses hacen que las obras continúen. Con enorme alegría el sueño de la casa propia se hace realidad y las instalaciones se inauguran el 28 de diciembre de 1952, nada menos que con la orquesta de Dante Puricelli.
Lo demás es historia reciente.
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